¡Jueves 12 de octubre! ¡Tenemos puente! Tras una dura
jornada enseñando a bailar jotas nos cargamos con las mochilas y ponemos rumbo
a Portland.
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¡Nos vamos! |
El autobús lo cogemos en una inusual parada en mitad de una
calle sin indicación alguna, pero cómo no, a nosotras no se nos escapa una. El
viaje de ida fue entretenido por mis súper héroes preferidos “Big Hero 6”,
Andrea estaba atónita ante semejante peliculón, su host hermano seguro que ya
no ve más Moana (Viana).
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Preparando Big Hero |
Las diez de la noche y llegamos a casa de J, este viaje lo
hacemos sin pagar alojamiento, es decir, vamos de couchsurfing. Nos ponemos los
pijamas y ya teníamos las camas preparadas así que nos vamos a dormir.
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Ñaaam |
A la mañana siguiente conocimos a C, novia de J. Ellos nos
prepararon café para desayunar y nos aconsejaron que hacer en nuestro primer día
en Portland. Con las pilas recargadas fuimos en busca de un puente que cruzase
la ciudad y fuese peatonal. Nos costó pero lo encontramos.
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¡Encontramos el puente! |
El primer día en Portland, fue un poco desilusionante. Una vez cruzado el puente fuimos directas a
comprarnos unos donuts, muy típicos del lugar. Tras el manjar, caminamos todo
el día y vimos toda la ciudad, lo más recomendado era el jardín de rosas pero
al llegar… no había rosas! Así que solo eran unas maticas verdes.
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En el rosal sin rosas. En la fuente sin agua |
Allí anduvimos un rato hasta que se echó a llover y corrimos
rápidamente a tomar una cerveza artesanal (Portland es famosa por ellas), allí pedimos
una cata de las cervezas que ellos mismos producían, y además nos llevamos un
regalo muy típico del lugar. Un vaso con el logo.
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¡A vuestra salud! |
Teníamos que cocinar porque prometimos una tortilla de
patata a cambio de poder dormir, así que
rápido fuimos a comprar los ingredientes y manos a la obra. Problema: la sartén
se pegaba así que la deconstruimos, que dicen que ahora está muy de moda.
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Iglesias del mundo, aprender! |
Al día siguiente C se unió a nosotras, la idea, alquilar un
coche y acercarnos a la playa. Pero para nuestra desgracia nuestras tarjetas de
crédito se habían quedado en Seattle (por si nos las roban…).
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Conociendo Vancouver |
Así que se nos ocurrió ir a l estación de tren o bus más
cercana y comprar unos billetes a algún lugar
cerca. Nuestro gozo en otro pozo. Así que ultima idea para escapar, Uber y
rumbo a Vancouver, WA. Resultó ser un agradable paseo matutino en un pueblito con
aires de pescadores. Era sábado así que había mercado, allí probamos chorizo,
toffe, cider, garrapiñadas, falafel…
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Y parecía la playa. |
Tras hartarnos de comer volvimos a disfrutar de Portland y
su sol, también había mercado, así que de camino nos encontramos a los chicos
de Vashon al girar la esquina!.
En este mercado había cosas de lo más curiosas, como un kit
de supervivencia para hacer fuego en los bosques si te pierdes, o mieles cuyos
sabores estaban fuera de lo normal. El apetito volvía así que tras discutir si
el falafel es una croqueta o un wrap nos comimos un wrap de falafel. Y de
postre oreja de elefante!
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Bon Apettit. |
Allí pasamos parte de la mañana y la tarde, y la otra parte
paseando y tomando unas cervezas en un bar con happy hour.
A todo esto J pensaba que estábamos en la playa así que intentábamos
que las fotos que sacásemos diesen esa impresión. Pobrecito, encima su equipo
perdió.
Pronto volvimos a casa a hacerle compañía con unas cervezas
y algo de cena. Esa noche además venía otra chica a hacer cuochsurfing en la
casa. Ella estaba de paso, venía a un curso de energías. En el curso hablaban
entre otras cosas, sobre la bondad y la malicia de la gente; que todos tenemos
ambas partes por igual pero solo mostramos una, y hay que aprender a
dominarlas. Y también de que los extraterrestres dirigen a los gobernantes de
mayor importancia del mundo.
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Tras una hora de cola... |
Tras una conversación de lo más curiosa nos fuimos a dormir.
A la mañana siguiente teníamos donuts del Voodoo para desayunar. Nos arreglamos,
cargamos mochilas y a disfrutar del ultimo día en Portland.
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Se acabó lo que se daba |
El alojamiento en casa de J fue de lo mejor, la única pega
que Andrea y yo teníamos un pequeño problema con el espejo, y es que nos hacía
muy gogogoordas.
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Pero antes... seguimos disfrutando. |
El ultimo día fue más light, decidimos ir al restaurante más
alto de portland y allí decidimos probar sus exquisiteces, que además al ser económicas
sabían doblemente mejor. Anduvimos peleando por el mejor sitio al lado de la
ventana, y finalmente lo conseguimos.
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Bye Bye |
Tras dar un último paseo, y comer un helado al sol, nos
subimos al autobús y vuelta a casa. Al día siguiente es lunes y es día de
escuela.
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Robada de Javier Roca |
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